Ecuador rompe oficialmente relaciones con Colombia; Venezuela expulsa a embajador en Caracas

El Gobierno de Ecuador ha roto las relaciones diplomáticas con Colombia este lunes, luego de una reunión del Consejo de Seguridad de ese país, convocado por el presidente Rafael Correa tras haber expulsado al embajador colombiano en Quito, Carlos Holguín Medina, después de no haber quedado satisfecho por las excusas ofrecidas por Bogotá, como consecuencia del operativo militar y policial que dio muerte al número 2 de las FARC, Luis Édgar Devia, alias Raúl Reyes, en un campamento ubicado en territorio ecuatoriano.

En carta enviada por la cancillería ecuatoriana a la embajada colombiana, las "infundadas acusaciones constituyen un deliberado intento para desviar la atención del hecho de la violación de la soberanía territorial ecuatoriana" y debido a la "sucesión de hechos e inamistosas imputaciones", citando la Convención de Viena de 1961, "el gobierno del Ecuador ha decidido romper relaciones diplomáticas con el gobierno de Colombia, a partir de esta fecha".

En un comunicado publicado en la página web de la Presidencia de la República del Ecuador, el gobierno de Correa afirma que "rompió relaciones con Colombia luego de que descubriera la realidad de los hechos que ocurrieron en la provincia de Sucumbíos en la que murieron varios integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre ellos Raúl Reyes". Según la nota, el ejército ecuatoriano halló una patrulla de uniformados colombianos, que había afirmado estar rodeada por 200 guerrilleros de las FARC. Correa afirmó que dio "la orden de que se proteja por todos los medios a esa patrulla, si es que había un ataque de las FARC. Protejan la vida de los soldados colombianos. Después verificamos que todo era falso, que era una patrulla que había participado en la masacre y que estaba ganando tiempo para poder regresar a su país".

El mandatario ecuatoriano añadió que "se interceptaron comunicaciones en ese sentido, cuando decían ‘¿por qué no nos vienen a rescatar, porque ya están los ecuatorianos sobrevolando?’" y sostuvo que cuando los soldados del ejército de Ecuador arribaron al lugar, se dieron cuenta de que "había sido a casi dos kilómetros de territorio ecuatoriano y no es una parte donde hay un paralelo, una línea geodésica, sino un accidente geográfico como es el río Putumayo, que queda en nuestro territorio". Aseguró que no "fue algo imprevisto porque desde hace algunos días seguían a Reyes, por medio del teléfono satelital, de tal forma que sabían perfectamente que ese era territorio ecuatoriano".

Correa lamentó que hubiera sucedido esta serie de acontecimientos: "había mejorado muchísimo el flujo de comunicación entre el Presidente Uribe y quien les habla. No solo eso, Colombia nos buscaba, nos llamaba por lo menos una vez por semana […] y hasta el día viernes de esta semana (29 de febrero de 2008), hablamos con Uribe. Lo llamé para comunicarle que se había eliminado el pasado judicial a los colombianos que querían venir a nuestro país; lo cual le alegró mucho y nos agradeció". Pero, señaló Correa, "hoy que se devela la mentira, nos tratan de involucrar con las FARC, supuestamente por documentos, sin firma, que encontraron en tres computadoras que capturaron en el campamento y quedaron intactas".

Horas antes, tras la reunión del Consejo de Seguridad Nacional de Ecuador, el ministro de Defensa Wellington Sandoval dijo que "no tenemos ni tendremos vinculación con las FARC" y afirmó que le había solicitado a la canciller María Isabel Salvador poner fin a la Comisión Binacional de Frontera (COMBIFROM).

El presidente Correa iniciará el martes una gira por Perú, Brasil, Venezuela, Panamá y República Dominicana, buscando la solidaridad de esos países en la crisis con Colombia.

Correa confirma ruptura de relaciones y afirma que las FARC iban a liberar a Íngrid Betancourt

En la noche del lunes, el mandatario ecuatoriano confirmó la ruptura de relaciones con Colombia, la que había ordenado a las 14:00 hora local ante "estos nuevos agravios y ultrajes" y debido "a que no es posible mantener relaciones con un gobierno que tan burdamente atropella la decencia, la verdad y la soberanía de Estados amigos".

Expresó que "el gobierno colombiano, lejos de pedir disculpas por la aleve agresión a nuestra soberanía, ha tenido la audacia de acusarnos de proteger a las FARC y pedirnos explicaciones" y manifestó indignado que "mientras que hace apenas pocas horas, cuando pensaron que Ecuador iba a callar ante el ultraje a su soberanía, el Presidente Uribe agradecía al Presidente Correa y al pueblo ecuatoriano por su comprensión y colaboración en lo que ellos llaman la lucha antiterrorista, ahora tratan de decir que hemos colaborado con la guerrilla. Esta actitud solo puede ser calificada de canallesca".

Correa dijo que con el pueblo colombiano "tenemos lazos de entrañable hermandad" y sostuvo que "los cerca de 300.000 colombianos que residen en el país pueden seguir sintiéndose como en su casa, todos los colombianos sensatos entenderán que lo que ha hecho su gobierno es, sencillamente, inadmisible".

Pero Correa no se detendría allí, pues aseguró que "todo contacto con la guerrilla ha sido por motivos humanitarios, junto con países como Francia"  y que "las negociaciones estaban bastante avanzadas para liberar en Ecuador a doce rehenes, entre ellos Íngrid Betancourt. Ahora, todo fue frustrado por las manos guerreristas y autoritarias". Según él, no existen "santuarios" de las FARC en su país, recordó que el año anterior fueron desmantelados 47 campamentos y que, por el contrario, "en su propio país, las FARC controlan vastos territorios".

El mandatario ecuatoriano añadió que "cabía preguntarse también qué buscaba el Gobierno de Uribe eliminando a Raúl Reyes en territorio ecuatoriano y luego inventando patrañas para vincularnos con las FARC" y especuló que tal vez se trata de un plan desestabilizador para "poner también a un gobierno títere" de Washington, debido a su negativa de vincularse al Plan Colombia. Apuntó que "a Colombia siempre le hemos extendido la mano solidaria y hemos sido traicionados. Sabemos que no es la traición de un pueblo, tan sólo la traición de un hombre (Uribe) y un Gobierno".

Por su parte, el ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Gustavo Larrea, admitió haberse reunido con alias Raúl Reyes, pero por "motivos humanitarios" buscando la libertad de 12 secuestrados: Betancourt, los tres contratistas estadounidenses, cuatro miembros del Ejército colombiano, tres de la Policía nacional y un ecuatoriano. "Nos llevó a demandar esta acción humanitaria a las FARC", dijo Larrea, quien afirmó que son 19 los guerrilleros muertos en Ecuador.

Colombia acusa a Correa y a Larrea de "tráfico de secuestrados con fines políticos"

Tras las declaraciones del presidente Correa y del ministro Larrea, el portavoz de la Casa de Nariño, César Mauricio Velásquez, leyó un comunicado del gobierno colombiano en el que afirma que "no es cierto" que el gobierno colombiano conociera los contactos de Larrea con las FARC, recordando que "el Presidente Rafael Correa siempre le aseguró al Presidente Álvaro Uribe que no adelantaría ninguna gestión con las FARC sin conocimiento y autorización del Gobierno de Colombia".

Entonces, "las declaraciones del Presidente Rafael Correa y del Ministro Gustavo Larrea confirman que sí existió la reunión a la que hace referencia el terrorista Raúl Reyes en los documentos hallados en su computador", para negociar un "acuerdo con fines políticos, con decisiones compartidas en el nombramiento de comandantes militares en la zona y para ejercer actividades proselitistas en el Ecuador", lo que a juicio de Bogotá no tiene nada que ver con "la justificación que ha dado el Gobierno ecuatoriano que estaría adelantando acciones humanitarias" y que "lo que revelan los documentos tiene más bien las características de tráfico de secuestrados con fines políticos", asunto por el que "deberá responder" el presidente de Ecuador.

Ministro ecuatoriano sí se reunió con Raúl Reyes, pero acusó a Colombia de "tergiversación"

Un funcionario ecuatoriano le dijo a Associated Press que el ministro de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Gustavo Larrea, sí se había reunido con alias Raúl Reyes, como afirmó la noche del domingo el gobierno colombiano mediante el director de la Policía Nacional Óscar Naranjo, quien reveló informes preliminares sobre los contactos que el alto funcionario hacía con las FARC, producto de la información encontrada en documentos y computadores decomisados al extinto jefe terrorista. El funcionario le dijo a la agencia estadounidense que el encuentro no ocurrió ni en Colombia ni en Ecuador y que Larrea le informó a Uribe personalmente en diciembre pasado, durante el operativo de liberación de Clara Rojas y Consuelo González.

Más tarde, el propio ministro Larrea, en entrevista con una estación de radio, reconoció haberse reunido con Raúl Reyes, pero acusó a Colombia de "manipulación": "es una tergiversación de la realidad, yo viajé en el mes de diciembre a Venezuela para iniciar un proceso de trabajo, en función de la liberación de varios secuestrados, esta operación se realizó en el mes de enero y fueron liberados Clara Rojas, y Consuelo Perdomo, en esa acción intervinieron varios países del mundo, fuimos delegados de varios Presidentes".

Los demás apartes de la entrevista confirman la versión del funcionario que habló con AP. "En los primeros días de enero conversé con un delegado de las FARC, en esos días, como es obvio esas conversaciones no fueron públicas, con el objetivo de lograr la liberación de secuestrados y lo hicimos conocer oficialmente a las FARC nuestro interés porque se liberen a los tres norteamericanos secuestrados, tres policías, tres militares y a Íngrid Betancourt", afirmó Larrea, quien calificó de "patraña" los documentos mostrados por el general Naranjo: "el gobierno ecuatoriano ha hecho ningún compromiso de esta naturaleza con las FARC, que nosotros hemos mantenido una política de no involucramiento en el conflicto colombiano, que hemos sido respetuosos del derecho internacional".

Larrea dijo que una de las tres mujeres heridas en el ataque es una mexicana de 21 años, identificada como Lucía Alicia Morett Álvarez, estudiante de filosofía quien había dicho que "estaba haciendo una investigación sobre las FARC y por esa razón estaba en ese lugar". Larrea sostuvo que Morett "entró en el mes de enero y tenía un pasaje para el 11 de marzo".

Correa, que había llamado a consultas a su embajador Francisco Suéscum el sábado, consideró "insuficientes" las excusas que el domingo había presentado el canciller colombiano Fernando Araújo Perdomo en un comunicado. El mandatario ecuatoriano ordenó la militarización de la frontera con Colombia, así como la expulsión del embajador colombiano Carlos Holguín Medina, y afirmó que solicitó "la inmediata convocatoria del Consejo permanente de la OEA y de la CAN". Correa expresó que "el territorio ecuatoriano ha sido bombardeado" y que Colombia había cometido "una inaceptable agresión" contra Ecuador.

La mañana del lunes, el ministro de Defensa colombiano Juan Manuel Santos le dijo a W Radio "no es cierto que violamos 10 kilómetros de espacio aéreo ecuatoriano, eso no es cierto además porque todo se puede probar, todo queda registrado en los radares". Reconoció que "sí entramos con los helicópteros al sitio donde se encontraba Raúl Reyes y nosotros confesamos desde el primero momento que estábamos con nuestras tropas", pero destacó que "lo que está en el fondo de todo esto es esa relación del presidente Correa con las FARC". Insistió en que Colombia le había advertido a Ecuador sobre la presencia del grupo terrorista en ese país, pero que al no recibir respuesta no le avisaron a Quito sobre la operación por miedo a que Reyes escapara.

Horas después, el gobierno colombiano afirmó que no iba a desplegar tropas adicionales en las fronteras con Ecuador y Venezuela porque "Colombia no tiene tradición belicista y su único interés es la recuperación del orden público interno". Además reiteró "su afecto y respeto a los pueblos hermanos de Ecuador y Venezuela" y expresó su "preocupación por los acuerdos que puedan existir entre el grupo terrorista de las FARC y los gobiernos de Ecuador y Venezuela". Concluyó diciendo que las revelaciones sobre los mismos "serán puestas en conocimiento de la Organización de Estados Americanos y de la Organización de las Naciones Unidas".

Varios países, entre ellos Brasil, Chile y España, habían ofrecido sus buenos oficios para mediar en la crisis binacional. Se había convocado para la tarde del lunes una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA.

Estados Unidos, a través de una portavoz, había pedido "mesura" y "calma" a los gobiernos involucrados en la crisis, además de reiterar su apoyo a Colombia. Los precandidatos presidenciales demócratas se pronunciaron. Hillary Clinton dijo que "el Estado colombiano tiene todo el derecho de defenderse contra organizaciones de narcotraficantes terroristas que han secuestrado a civiles inocentes, incluyendo a ciudadanos estadounidenses" y que el presidente Chávez "en vez de criticar las acciones de Colombia en el combate a grupos terroristas en las regiones fronterizas, Venezuela y Ecuador deben trabajar con su vecino para asegurar que sus territorios no sirvan de santuario a grupos terroristas".

Por su parte, Barack Obama afirmó que Colombia llevaba más de cuatro décadas "en manos de una brutal insurgencia terrorista, y el Gobierno colombiano tiene todo el derecho de defenderse", advirtió que la muerte de Raúl Reyes "no debe ser utilizada como pretexto para aumentar las tensiones o para amenazar la estabilidad de la región" y señaló que "los presidentes de Colombia, Ecuador y Venezuela tienen la responsabilidad de asegurarse de que los sucesos no redunden en una espiral fuera de control, y de que las disputas se resuelvan pacíficamente a través de la diplomacia activa, con la ayuda de actores internacionales".

Chávez expulsa a embajador Fernando Marín

Pocas horas después del anuncio de Ecuador, el ministerio de Relaciones Exteriores venezolano expidió un breve comunicado que reza lo siguiente: "El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, en defensa de la soberanía de la Patria y de la dignidad del pueblo venezolano, ha decidido ordenar la expulsión inmediata del territorio nacional, del Embajador de la República de Colombia en Venezuela, y del personal diplomático de la Embajada Colombiana en Caracas".

El canciller venezolano Nicolás Maduro dijo ante la Asamblea Nacional, que sesionaba de forma extraordinaria, que "es justo decir a los cuatro vientos que uno se siente satisfecho porque también con esto estamos defendiendo al Ecuador… No podemos ser pusilánimes, ambiguos ni cobardes cuando a un hermano se le agrede". Respecto de la acusación de Colombia, en el sentido de que Chávez financió con US$300 millones a las FARC, Maduro calificó de "fábrica de mentiras" el computador de alias Raúl Reyes, y expresó que esa donación "cae en el extremo del ridículo" y es similar "a la falsedad de la existencia de armas de destrucción masiva" en Iraq, que esgrimió el gobierno de EUA para intervenir allí. El diplomático subrayó que "el mundo entero ha repudiado la agresión cobarde y artera del Gobierno de Colombia en contra del pacifico pueblo del Ecuador" y que "Venezuela está con el Ecuador. Lucharemos por la soberanía de nuestros hermanos en América Latina y el Caribe".

Maduro repitió la aseveración del presidente Chávez, quien había dicho que Colombia pretende convertirse en "el Israel de América Latina", y afirmó que tenía información según la cual el bombardeo contra el campamento de Reyes en Sucumbíos fue "coordinado" en la base estadounidense ubicada en Manta, Ecuador, con "las más modernas armas que se conocen". Añadió que cuando informó de esta "provocación militar" a su homólogo colombiano, Fernando Araújo Perdomo, éste "de alguna manera se justificó y utilizó palabras" que le hicieron comprender que, según cita la agencia EFE, hay funcionarios colombianos "que no estaban bajo las órdenes" del presidente Uribe. También aseveró al igual que Chávez que el conflicto colombiano "es una amenaza para toda la región", e instó a la comunidad internacional a crear un grupo de países que busque la paz tanto en Colombia como en la región y "obligue" a Uribe "a comprometerse con la paz y a respetar el derecho internacional, por encima de todo".

Por su parte, el ministro del Interior venezolano Ramón Rodríguez Chacín cuestionó al general Óscar Naranjo, señalando que uno de sus hermanos, Juan David Naranjo Trujillo, se encuentra encarcelado en Alemania tras haber sido condenado por narcotráfico, y afirmando que el narcotraficante Wilber Varela, alias Jabón, asesinado por sicarios en Mérida, tenía lazos "de consanguinidad y de negocio" y que los asesinos del delincuente tienen relación con Naranjo, basado según él en información proveniente de un computador en poder de las autoridades venezolanas, en el cual se "señala que le pagaron soborno al ministro de la Defensa colombiano, Juan Manuel Santos, para que este general Naranjo ocupara un mando en el alto Gobierno de Colombia". Añadió que las acusaciones de Colombia en su contra son una campaña para "engañar, mentir y difamar. Hablan de una relación con mi persona y el comandante Iván Márquez cuando eso es un hecho público y comunicacional".

El domingo, Venezuela había ordenado cerrar de forma definitiva su embajada en Bogotá y el envío de 10 batallones a la frontera con Colombia. El presidente Hugo Chávez profirió una andanada de insultos a su homólogo colombiano Álvaro Uribe. El lunes a mediodía, el jefe de la policía colombiana entregó nueva información con base en el material incautado a Reyes, según la cual existen nexos entre el gobierno de Caracas y las FARC.

[Actualizado a las 18:27, a las 18:48, a las 19:06, a las 20:01, a las 22:30, a las 22:48 y a las 23:02 COT]

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