Un gobierno por encima de la ley
Estancias > Seguridad democráticaPor Marsares
viernes 14 de marzo de 2008 23:39 COT
En su afán por conseguir resultados para combatir la guerrilla, como lo hicieron gobiernos anteriores, el actual pasa por encima del Estado Social de Derecho y aplica a su acomodo la pena de muerte, valiéndose de informantes e infiltrados a quienes paga jugosas sumas de dinero por sus "servicios".
Pena de muerte
Estamos en un Estado Social de Derecho y entre los derechos fundamentales contemplados en la Constitución se encuentra el de la vida. Dado que nadie, ni el Estado mismo es dueño de la vida, desde el siglo XIX se prohibió la pena de muerte en Colombia e incluso la prisión perpetua, rezagos de los tiempos en que la pena era vista como venganza o castigo y no como resocialización, que le permite al condenado pagar su deuda con la sociedad y tener la opción de reintegrarse a ella cuando purgue la pena.
No obstante, la degradación del conflicto colombiano no sólo toca a los grupos alzados en armas sino al mismo Estado. En aras de ganar la guerra a como dé lugar, el arma de la delación se ha puesto en juego premiándola con jugosas recompensas, que como se ha visto está dando resultados para el gobierno. Sin embargo, el caso de Iván Ríos y Raúl Reyes coloca la guerra en otro plano. Ya no se paga para capturar al responsable y llevarlo a la justicia, sino para aplicarle la pena de muerte.
Raúl Reyes
Israel, en especial a través del Mossad, ha sofisticado la aplicación de la pena de muerte para sus enemigos. Con bombardeos quirúrgicos (que a veces no resultan tan precisos) y atentados fríamente calculados, se ha deshecho de líderes de facciones armadas que combaten a la nación judía. La Seguridad Democrática, en Colombia, le sigue los pasos y un ejemplo para mostrar es el de Raúl Reyes, un delincuente, es cierto, pero que tenía derecho a ser procesado de acuerdo con nuestras leyes.
Pero el gobierno no pensó así. Se le localiza, se bombardea con el único fin de matarlo y luego llegan las fuerzas de tierra a recoger el botín de guerra. Los videos de los soldados entrando al campamento de Reyes lo dicen todo. No iban tras prisioneros, es más dejaron abandonados varios heridos contraviniendo los Convenios de Ginebra, sino tras el “barbuchas”, mote que le colocaron los propios uniformados. Encontrado el cadáver, rápidamente regresan a territorio colombiano a reclamar la victoria. Lo demás no importa. La pena de muerte había sido ejecutada.
Iván Ríos
Lo de Iván Ríos es espeluznante. Y no es la primera vez. A Rojas lo contactó el ejército a través de un desertor y se le convenció de entregar a Karina, la comandante del Frente 47 de las FARC, pero luego de haber sido trasladado a resguardar a Ríos se optó este cabecilla. Pero al dificultarse su captura, se le da instrucciones para que lo mate, como efectivamente lo hizo, convirtiéndose en instigador del crimen el propio Gobierno que se coloca por encima de la ley. Sencillo. Si no puedes capturar a tu enemigo, ¡mátalo!
A Ríos se le acusaba de haber cometido delitos de lesa humanidad, crímenes de guerra y delitos comunes, es cierto, pero según la Constitución, debía comparecer ante los jueces de la República para luego de ser oído y vencido en juicio, imponérsele una pena. Su ejecución extrajudicial no diferencia al Gobierno de las que hace la misma guerrilla, porque ambas carecen de legitimidad y violan nuestro ordenamiento jurídico. Al gobierno sólo le compete la labor de capturarlos, salvo un enfrentamiento armado que determine su muerte.
Se busca vivo o muerto
La delación es un instrumento eficaz que permite localizar a los delincuentes, capturarlos y llevarlos a comparecer ante los jueces. Pero transformarla en instrumento para deshacerse de ellos mediante el asesinato coloca al Gobierno al nivel de degradación de quienes combate, convierte al homicida en un sicario a su servicio y al gobierno en un ente mafioso. Y así como lo ha hecho con los paramilitares a quienes lavó sus fortunas y delitos, ahora quiere seguirlo con estos otros delincuentes, deshaciéndose de la ley, o torciéndola en su beneficio, expidiendo decretos o interpretando a su amaño el principio de oportunidad, inaplicable en el presente caso, por tratarse de casos de terrorismo y narcotráfico.
Más aún. Mentirle al país como lo acaba de hacer el ministro de defensa Juan Manuel Santos, señalando que la recompensa ya no se paga por la muerte de Ríos sino por la “información” anodina encontrada en su computador, busca lavar sus culpas ante las críticas desatadas, incluyendo las del Fiscal y del Procurador. Pero no basta. ¿Y la instigación a Rojas para que diera muerte a su jefe, dónde queda, Señor Ministro? Diga lo que diga, Rojas es un sicario al servicio del Gobierno.
Una dictadura institucional
Es claro que las guerras no se ganan con buenas intenciones sino combatiendo al enemigo con todos los instrumentos que otorga la ley, incluyendo las armas, pero no violando los principios fundamentales que hacen posible nuestra existencia como nación. Las torturas cometidas en la época del Estatuto de Seguridad, las desapariciones forzadas, la conformación de grupos paramilitares, los homicidios selectivos, el exterminio de grupos políticos, son antecedentes que resquebrajaron nuestro orden institucional y que hoy pasan su factura.
Continuar por este camino, aplicando la pena de muerte por iniciativa propia o estimulándola a través de recompensas, pisotea la legalidad y erosiona la legitimidad del Estado. La afanosa búsqueda de resultados, con la política de tierra arrasada, sin importar qué derecho se viole, impone de suyo una dictadura institucional imponiendo penas que no están señaladas en las leyes, sustrayendo a los delincuentes de sus jueces naturales, imponiendo procedimientos que el poder legislativo no ha aprobado, en suma, pasando por encima del Estado Social de derecho, cimiento de nuestro país.
¿Destruir a las FARC implica también destruir la legalidad que nos hace posibles como país?
sbado 15 de marzo de 2008, 04:29 COT
Los bombardeos quirurjicos de Israel son un chiste. Meter un misil en un edificio de apartamentos para matar a una persona es cualquier cosa menos “quirurjico” (criminal, terrorista, serían calificativos mñas apropiados)
sbado 15 de marzo de 2008, 05:52 COT
El tema no creo que sea tanto legal, que si lo es, como moral.
La pregunta de fondo siempre será: que le esta permitido al Estado?
Algunas personas creemos que el Estado, en su afan de lograr los fines que muchos en la sociedad desean (seguridad, paz, disminución de la desigualdad, prosperidad, salud pública, educación,etc) no debe nunca, bajo ningún concepto, violentar los derechos de los individuos.
sbado 15 de marzo de 2008, 08:07 COT
Tenía entendido que la pena de muerte desaparece a inicios de siglo, acto legislativo 03 de 1910, en fin.
Pienso exactamente de la misma forma, más sin embargo hay razones de fondo mucho más profundas y delicadas que implican cuestionar el actuar del Estado.
Ahora, a mi lo que si no me deja dormir es la idea de que este señor, tan “familiarizado” con los medios y con tantísima influencia en el gobierno, pueda salir con argumentos tan ridículos y con declaraciones tan desvergonzadas, justificando el antijurídico actuar del Estado. Eso es algo que a mí no me deja de sorprender.
sbado 15 de marzo de 2008, 11:19 COT
Sergio:
Más específicamente son crímenes de guerra ya que comprometen a la población civil, lo cual está prohibido por los Convenios de Ginebra. Lo de “quirúrgico” era simplemente para resaltar hasta donde ha llegado la sofisticación para aplicar la pena de muerte a quienes juzgan y condenan en un escritorio, sin oportunidad de ejercer ningún derecho, empezando por el de la defensa, consagrado en la Carta de las Naciones Unidas.
Carlos:
La discusión en torno a la moral se torna interminable ya que depende de cada cultura, el momento histórico que se vive y sus protagonistas. Mayor consenso se encuentra en la ley, empezando por la internacional que declara la vida como derecho inviolable. El gobierno, como parte del Estado no es un ente que se encuentra por encima de la ley. La Constitución de un país es su guía y sobre ella se construyen todas las instituciones. La legitimidad del gobierno se basa en su acatamiento a la normatividad existente, empezando por el respeto a los derechos fundamentales. El gobierno le resta legitimidad al violentar la Constitución para conseguir sus fines, y de paso, maniatar a los otros poderes (al legislativo mediante prebendas, al judicial con nombramientos o amenazas) colocándolos como simples instrumentos para lograr sus fines.
Filipogs:
De acuerdo. Faltó mayor precisión. En el momento de escribir recordé que desde 1849 comenzó su abolición para los delitos políticos (rebelión, sedición, traición y conspiración) y luego en 1863, en la Constitución radical que creó los Estados Unidos de Colombia, se abolió definitivamente, para ser restaurada en la de 1886 y consagrada como tal en el Código Penal de 1890, hasta desterrarse definitivamente de nuestro ordenamiento jurídico mediante el Acto Legislativo No. 3 de 1910.
Respecto a las razones de Estado, por supuesto que las hay de marca mayor empezando por la legítima defensa, e incluso la guerra preventiva que fue avalada por la Resolución 1373 (2001) del Consejo de Seguridad de la ONU, pero por sobre todas ellas prima la Carta de la ONU, donde se consagran los derechos fundamentales, aceptados por la comunidad internacional en su conjunto y recogidas en nuestra Constitución.
sbado 15 de marzo de 2008, 14:45 COT
Lo dije desde un principio, no era el método ni la forma. Se está trabajando al estilo paramilitar. Lo digo con naturalidad, la naturalidad con la que la gente colombiana ve las cosas. Nos acostumbramos a esto?
Un abrazo para tí Marsares y me identifico con la verdad verdadera de este análisis con sabor agridulce.
sbado 15 de marzo de 2008, 19:08 COT
Es muy cierto que se vive en una sociedad de derecho pero esto debe ser para todos los ciudadanos, o sera que la querrilla o cualquier grupo terrosista la tiene en cuenta cuando bombardea pueblos, coloca minas quiebra patas , ataca cuarteles etc.,? por que defienden tanto a estas bestias? ojala nunca tengan que vivir en carne propia todos esos atropellos, lo que hace el gobierno por resguardarnos de los malandros puede no ser acepotable por Ley, pero ellos se lo buscan-
domingo 16 de marzo de 2008, 01:49 COT
¿Se necesitaran mas pruebas de que en Colombia lo que existe es una para-justicia y que Iguaran se perfila como para-fiscal?
lunes 17 de marzo de 2008, 17:06 COT
¿Ah, ahora equinoXio no es tan uribista, Terquendamia?
viernes 21 de marzo de 2008, 08:22 COT
Ya no sé si será peor pagarle a otro por hacer tu trabajo sucio (lo que llevó al auge de los “paras”) o hacerlo por la propia mano mientras se usan justificaciones como “es ilegal pero era lo menos pior” o “se me chispotió pero no no lo vuelvo a hacer”.
Durante la Segunda Guerra Mundial ¿cuántos gobernantes no habrán soñado con “bajarse” a Hitler? Y sin embargo, el hecho de que no lo hayan asesinado (obviamente no por queridos sino porque él no les dio casi papaya) sino que hubieran procesado a la cúpula del nazismo en el juicio de Nuremberg fue lo que permitió que sanaran algunas heridas después de semejante desastre.
Yo “sentí un fresquito” cuando mataron a Reyes y a Ríos, pero creo que el gobierno debería ocuparse también de las consecuencias a largo plazo para nuestra institucionalidad y no dejarse cegar por la espectacularidad a corto plazo de estos golpes a los criminales.
viernes 21 de marzo de 2008, 13:47 COT
[…] the digital magazine equinoXio [es], Marsares says: Al dificultarse su captura, se le da instrucciones para que lo mate, como […]
lunes 31 de marzo de 2008, 08:12 COT
La historia…..Es de vital impotancia volver a los años 60 y 70, cuando estos grupos se estaban organizando. El estado los trato como lo que eran…guerrilla…en pro del pueblo, el tiempo, la avaricia y el narcotrafico crearon mentalidades criminales. Todos sabemos que estos personajes poseen cordones de seguridad que vuelven casi imposible su captura, sabemos que el estado posee coordenadas que podrian desencadenar bombardeos masivos, tambien es de nuestro conocer colombiano (que se olvida pronto)los bombardeos no al ejercito sino a iglesias, pueblos, tribus y otros….es imposible vivir en muchas regiones de colombia con los hijos porque cuando pasan estos señores ellos son los que dan la orden…roban lo poco, reclutan niños y niñas, vacunan….
Algunas veces me da pesar cuando colombianos comentan al mundo que la muerte, que el bombardeo, que la forma….estas personas merecen juicios, pero nosotros merecemos vivir en paz Ya. Ahora con lo que aparecio de chavez, ecuador y costa rica peor….ellos quieren ser un grupo narcoterrorista continental.
La situacion se debe vivir para poderla sentir….ojala escribieran en esta columna los que deben convivir a la fuerza con esta gente, para que leamos una realidad y no suspuestos moralistas.
“Quien no mataria a un ladron, que se metio a la casa y que esta a punto de matar a su esposa, hijos y mama).
SUERTE COLOMBIA….ALGUN DIA CESARA LA HORIBLE NOCHE.
sbado 12 de abril de 2008, 12:52 COT
[…] de la marcha del 4F, cuando ya el Gobierno Uribe invadía suelo ecuatoriano para aplicar la pena de muerte a un pez gordo de las FARC, acción inhumana no contemplada por la legislación de ninguno de los dos […]
sbado 12 de abril de 2008, 16:46 COT
¿Y cuál es el aporte al Estado Social de Derecho, post como éste en defensa de las Farc?
domingo 13 de abril de 2008, 04:27 COT
[…] un país que está acostumbrado a resolver las cosas "a las patadas", donde se premia matar terroristas en lugar de entregarlos a las autoridades para juzgarlos y condenarlos, con el […]
jueves 14 de mayo de 2009, 04:02 COT
[…] corrupción de la Yidispolítica, Carimagua, las travesuras de ciertos vástagos, entre otros, que no tienen comparación con los "pequeños" escándalos de las […]