Declaración de Nagasaki por la Paz de 2008
Estancias > Hibakusha ProjectPor Julián Ortega Martínez
sbado 9 de agosto de 2008 12:50 COT
Igual que Hiroshima hace tres días, el puerto de Nagasaki conmemoró, este sábado a las 11:02 (21:02 hora de Colombia del viernes), el 63er. aniversario de la caída de la bomba atómica en esa ciudad. equinoXio reproduce la traducción oficial de la Declaración de Nagasaki por la Paz de este año.
Declaración por la Paz (2008)
Nunca podremos olvidar el hongo atómico que se elevó sobre el cielo de nuestra ciudad aquel día.
A las once y dos minutos del día 9 de agosto de 1945, la bomba atómica que arrojó un bombardero estadounidense se convirtió en una enorme bola de fuego que envolvió completamente la ciudad de Nagasaki. Los rayos caloríficos, el viento provocado por la onda explosiva así como la radiación que produjo la explosión superaron lo imaginable. Una magnífica catedral quedó arrasada. Los escombros a los que quedó reducida la ciudad se encontraban llenos de cadáveres carbonizados que yacían esparcidos por todas partes. Había multitudes de personas con incontables esquirlas de vidrio incrustadas en su cuerpo a los que les colgaba la piel quemada, y el hedor a muerte inundaba la ciudad.
[Unas] 74.000 personas perecieron, otras 75.000 sufrieron heridas y las que milagrosamente sobrevivieron quedaron expuestas a la pobreza y la discriminación, y todavía viven bajo el terror de la amenaza tanto física como anímica de los efectos de la radiación atómica.
Este año, se cumple el centenario del nacimiento del Dr. Takashi Nagai, la primera persona a la que le fue concedido el título de Ciudadano Honorario de la ciudad de Nagasaki. El Dr. Nagai, habiendo sufrido graves heridas al haber quedado expuesto a la explosión mientras se encontraba en la Facultad de Medicina de Nagasaki, se entregó por completo a proporcionar asistencia médica a las víctimas, y sufriendo los efectos de la “enfermedad atómica” escribió obras como Las campanas de Nagasaki, por medio de las cuales dio a conocer ampliamente el horror de la bomba atómica. “En la guerra no existe la victoria ni la derrota, lo único que existe en ella es desolación”. Éstas palabras del Dr. Nagai trascienden el tiempo y transmiten al mundo el inconmensurable valor de la paz, y todavía en nuestros días continúan dando un toque de alarma a la humanidad.
Un llamamiento por la creación de un mundo libre de armas nucleares reverbera en todo el orbe. Y los responsables de este llamamiento han sido los mismos impulsores de la política nuclear en la administración de sucesivos presidentes estadounidenses: Henry Kissinger, ex secretario de estado, George Shultz, ex secretario de estado, William Perry, ex secretario de defensa, y Sam Nunn, ex presidente del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado.
Estas cuatro personalidades en Estados Unidos están promoviendo la ratificación del Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares (CTBT[, por sus siglas en inglés]) y exigen que se respete lo acordado en la Conferencia de Revisión de las Partes del Tratado de No Proliferación Nuclear (NPT[, por sus siglas en inglés]), exhortando a todos los líderes de los países con capacidad nuclear para que centren sus esfuerzos en la reducción de las armas atómicas, con el objetivo común de crear un mundo libre de armas nucleares.
Éste es el mismo [llamado] que hemos venido realizando nosotros de forma ininterrumpida desde esta ciudad que fue asolada por la bomba atómica. Nosotros, una vez más, hacemos esta enérgica demanda a los países con armas atómicas.
[En primer lugar], tanto Estados Unidos como Rusia tienen que tomar la iniciativa en los esfuerzos por eliminar las armas nucleares. Estos dos países, que se considera que poseen el 95% de todas las cabezas nucleares del mundo, en vez de profundizar su rivalidad sobre asuntos tales como la adopción de un sistema antimisiles en Europa, deben comenzar a reducir en gran medida sus arsenales nucleares. Y a su vez, el Reino Unido, Francia y China deben también asumir de forma sincera su responsabilidad de llevar a cabo una reducción en su armamento nuclear.
Exigimos que la ONU y la comunidad internacional den una respuesta rigurosa a las sospechas sobre el desarrollo de armas nucleares en Irán, sin dejar de lado tampoco el problema de las armas nucleares en Corea del Norte, Pakistán e Israel. Asimismo, debe exhortarse enérgicamente a la India, país sobre el que existe preocupación con respecto a su cooperación nuclear con Estados Unidos, a que se adhiera al NPT y al CTBT.
Japón, como país que ha sufrido los efectos de las armas nucleares, tiene la misión y la responsabilidad de tomar la iniciativa en la eliminación de las armas atómicas. El Gobierno de Japón, con el objetivo de desnuclearizar la península de Corea y en cooperación con la comunidad internacional, debe exigir firmemente a Corea del Norte la completa erradicación de las armas nucleares. Asimismo, [con] base [en] los principios antibélicos y pacifistas de la Constitución de Japón, debe elevar a la categoría de ley los tres principios antinucleares y estudiar seriamente el establecimiento de una zona desnuclearizada en Asia nororiental.
En Nagasaki, las víctimas de la bomba atómica que se encuentran en una edad avanzada, a la vez que soportan sufrimientos físicos y anímicos, relatan su propia experiencia; las jóvenes generaciones continúan realizando actividades en la entrega de firmas a la ONU para la eliminación de las armas nucleares, siguiendo la consigna de que “todo esfuerzo, por pequeño que sea, es valioso”; y los ciudadanos sirven como guías de la paz en los terrenos de la explosión atómica y transmiten al mundo la realidad del horror nuclear. A su vez, las personas dedicadas a los servicios sanitarios proporcionan tratamiento con la mayor entrega a los problemas de salud que las víctimas de la bomba atómica padecen de por vida.
El próximo año, en colaboración con la ciudad de Hiroshima, se celebrará en Nagasaki la Asamblea General de la Conferencia de Alcaldes por la Paz, de la que son miembros más de 2.300 localidades de todo el mundo. Continuaremos desarrollando actividades pidiendo la desaparición de las armas nucleares con vistas a la Conferencia de Revisión de las Partes del Tratado de No Proliferación Nuclear de 2010, unidos de forma solidaria con otras localidades de todo el mundo. Además, la ciudad de Nagasaki realiza también un enérgico [llamado] para extender el círculo de actividades en las municipalidades que declaran su repulsa por las armas nucleares dentro del país.
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El uso de armas nucleares y la guerra destruyen también el medio ambiente de todo el planeta. Mientras no se eliminen las armas nucleares, la humanidad no puede mirar con confianza el futuro. Quiero hacer un llamamiento a todos los ciudadanos del mundo, a las jóvenes generaciones y a las ONG, para que mostremos de forma inequívoca nuestro más rotundo rechazo por las armas nucleares.
Han pasado 63 años desde que ocurrió la tragedia nuclear y las víctimas han entrado en años. De forma reiterada, solicitamos al Gobierno de Japón que proporcione con urgencia una ayuda adaptada a sus circunstancias actuales tanto dentro como fuera de Japón.
Quiero aprovechar esta oportunidad para elevar una oración por las almas y el eterno descanso de todos aquellos que perdieron la vida a causa de la explosión atómica, y declarar que haremos todos los esfuerzos posibles por hacer realidad la eliminación de las armas nucleares y lograr un mundo en el que reine la paz de forma completa y duradera.
Tomihisa Taue
Alcalde de Nagasaki
9 de agosto de 2008