En tablas el primer duelo de la Supercopa entre el Real Madrid y el Barça
Estancias > Primera planaPor Marsares
lunes 15 de agosto de 2011 19:53 COT
En un encuentro donde la desigualdad fue la regla, el Real Madrid y el Barça empataron a dos goles su primer duelo por la Súper Copa, en juego disputado en el Santiago Bernabeu.
Hace mucho no se veía a un Barça tan indefenso. Como si las vacaciones hubieran engarrotado sus músculos y sus sentimientos, los pupilos de Guardiola saltaron al campo como aprendices.
El Real Madrid, en cambio, hizo del borrón y cuenta nueva su insignia y se le vio alegre, exultante de fútbol, de alegría, de querer hacer la cosas bien, sin la cicatería de la pasada temporada.
Desigual cruce de espadas, con Guardiola ensayando variantes que remediaran la enfermería en que se convirtió el club, rompiendo la virginidad azulgrana de Alexis Sánchez ante un rival sediento de revancha.
Aunque Mourinho juró por todos los santos que para él esta Supercopa es apenas un entrenamiento para la nueva temporada, el enfrentar a los culés con toda su artillería, desmintió sus palabras.
También lo que se vivió en la gramilla. No bien la pisaron, los blancos se apoderaron del campo, sacaron los colmillos y se fueron de cacería ante un rival que sabían desnutrido y despellejado.
Guardiola confió en Messi y Villa para que lo sacaran de apuros, porque atrás las cosas no andaban bien. Con Piqué, Busquets y Xavi en el banco, se echó la bendición con Abidal y Mascherano, compartiendo con Adriano.
Si estuviera Puyol, vaya y venga, que el capitán suple lo que haga falta, tapona, detiene, recoge y transporta. Pero si además falta Piqué, la zaga disminuida contribuyó al cortocircuito que dejó al Barça sembrado en el piso.
Y con Thiago tratando sin fortuna de hacer las veces de Xavi, los de arriba quedaron huérfanos de juego, sin manera de comprar pasaje de ida y vuelta para ver el balón en sus piernas.
Sin balón, y sin juego, el Barça hizo lo que no sabe hacer, defenderse de la avalancha de un Real Madrid codicioso, encabezado por un Benzema inspirado que hizo y deshizo en el campo catalán.
Ahí se vio que el único azulgrana en forma era Valdés. Por eso le atajó a Benzema un cabezazo con bautizo de gol que solo retardó lo que se veía venir, sin manera de ejecutar la máxima catalán de poseer el balón para anular al rival.
Imposible hacerlo con Iniesta y Thiago cercados por Xavi Alonso y Khedira, mientrras la pulga naufragaba en un mar blanco que como una pesadilla bailaba al ritmo de una tribuna que exigía revancha.
Cada llegada de Benzema causaba el desasosiego y por eso Abidal y Mascherano trataron de poner el dique cada que lo veían, tan preocupados que no se enteraron de Özil hasta que recogió la asistencia del francés y definió con sutileza.
Guardiola miró a sus alfiles y no encontró respuesta. Las ganas de Alexis las había convertido en buenas intenciones Marcelo, mientras Villa trataba de sacudirse de un Sergio Ramos aplicado.
Pero los talentosos son así. Basta un instante de inspiración, un pequeño resquicio, una vacilación del guardián, para que el panorama cambie. Villa aprovechó un pase de Messi, soltó el zapatazo y Casillas sólo la vio pasar.
El lugar común de que el fútbol no es justo, se repitió por enésima vez en el Bernabeu. Un empate inmerecido, pero más lo fue cuando Messi le avisó a todo el mundo que el también existía.
Prodigioso. Un resbalón da cualquiera en la vida pero no ante Messi y Pepe lo comprobó con amargura, con Kedhira que fue el coautor del desafuero. Libre, Messi fusiló a Iker.
Dicen los goleadores que se toca el cielo cuando se anota en campo ajeno. Los dos arietes culés debieron comprobarlo con el silencio sepulcral del estadio. No es posible luchar contra los milagros.
Pero el real Madrid es de otra galaxia y no cree en portentos, más si provienen del campo azulgrana. Por eso regresó de vestuarios mirando la grama como la arena de Las Ventas y con la casta de siempre, el toro se creció con el castigo.
El Barça no se la puso fácil. Volvió por sus fueros y recuperó el medio campo, pero no estaba escrito que se fuera con la escarcela llena. Xavi Alonso anotó luego de un tiro de esquina.
El empate le dio nuevos bríos a los madrilistas y el libreto regresó a las primeras escenas de predominio pero el Barça cerró su campo, mostrando que a pesar de los santos óleos es capaz de ponerse en pie antes del primer responso.
Real Madrid 2 Barcelona 2
Alineaciones
Real Madrid: Casillas; Sergio Ramos, Pepe, Carvalho, Marcelo; Khedira (Callejón, 57'), Xabi Alonso, Di María (Coentrão, 53'), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, 81'). En el banco: Adán, Arbeloa, Varane y Kaká.
Barcelona: Valdés; Dani Alves, Mascherano, Abidal, Adriano (Piqué, 62'); Thiago (Xavi, 57'), Keita, Iniesta; Alexis Sánchez, Messi y Villa (Pedro, 72'). En el banco: Pinto, Fontàs, Busquets y Dos Santos.
Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Khedira, Alexis Sánchez, Xabi Alonso, Coentrão y Dani Alves.
Goles: Özil (13'); Villa (35'); Messi (45'); Xabi Alonso (53').
Partido de ida de la Súpercopa, jugado en el Estadio Bernabéu, el 14 de agosto de 2011, ante 80.000 espectadores.