Los medios "oficiales" del régimen uribista anunciaron con bombos y platillos que el Vaticano excomulgaba a los médicos del Hospital Simón Bolívar que le practicaron el aborto a una niña de 11 años que había sido violada por su padrastro, tras una controversia nacional en la cual la asesina Iglesia Católica guardó silencio hasta el último momento. Los familiares de la niña, salvo el violador, desde luego, también fueron sancionados.

Los galenos vacilaron porque a pesar de que la Corte Constitucional anunció hace más de tres meses el fallo que despenalizaba parcialmente el aborto -en tres casos especiales- en Colombia, el texto de la sentencia aún no se conocía (y no se conoce, de hecho). En esa ocasión, monseñor Pedro Rubiano, máximo jerarca de la Iglesia Católica colombiana, salió furioso excomulgando a diestra y siniestra a magistrados y a mujeres, dándoselas de paladín y de guardián del derecho a la vida, creyendo que la gente olvida los crímentes que durante dos mil años ha cometido la Iglesia Católica en nombre de Dios.

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La legalización del aborto, así como muchos otros temas “espinosos” verbigracia el reconocimiento de los derechos homosexuales, la igualdad de salarios para hombres y mujeres, la eutanasia, etc, etc, es un tema que levantará polémicas porque de alguna u otra forma implica remover las creencias más férreas de una sociedad.

Todo lo que somos ahora en este presente proviene de aquello denominado Occidente; cultura, educación, política, organización político-social, etc. También Occidente nos legó la religión, sólo que a nosotros nos tocó un poco, pero sólo un poco modificada desde los grandes imperios.

La religión es la encargada de mantener a las cabezas adoctrinadas, al rebaño manso y lejos del conocimiento de aquello que va más allá de los que los ministros religiosos desean por aquello de la rebelión y el descarrilamiento. [sigue…]