Portugal tuvo su florero de Llorente
Estancias > Primera planaPor Marsares
jueves 1 de julio de 2010 23:49 COT
Como en los albores de la independencia colombiana cuando el florero de Llorente desató la revolución, igual pasó con España; otro Llorente, que no estaba en las cuentas de nadie, entró en reemplazo del “Niño” Torres a un partido soso, para ponerle la adrenalina que despertara a Villa, Iniesta, Xavi y compañía, en mora de revalidar -con las consiguientes dudas- la aspiración española de alzarse con el título de esta Copa Mundo.
Con tantas frustraciones de verdad se creía que éste iba a ser un superclásico entre la campeona de la Eurocopa que llegó como máxima favorita y el tercer mejor equipo del mundo, según la FIFA. Pero como si estuviéramos viendo “Plan 9 del espacio exterior” de Ed Wood, la peor película de todos los tiempos, la primera parte de este encuentro fue un monumento al tedio, al desgano, a la desidia, a la incapacidad, como si estuvieran en un partido de beneficencia pro burka en los estadios.
Después de los tres primeros minutos en que Torres y Villa quisieron sorprender a Eduardo, los 22 jugadores se dedicaron a pasear en safari por la gramilla sudafricana, mirando la bola en su estado natural, en espera de que alguien se apiadara de ella y la mandara a descansar. Pero como si nada. Ella de aquí para allá, y los jugadores de allá para acá.
Cristiano Ronaldo miró hacia arriba en espera de que la Virgen de Fátima le contara el cuarto secreto, cómo jugar bien al fútbol y mandar al carajo a Casillas y toda su corte. Pero hubo mutis en el foro, mejor dicho, en el cielo. A decir verdad, tan aburrido estaba el cuento que, muy seguramente se fueron a ver los cuartos de final de Wimbledon, que estaba a punto de dar la más grande sorpresa de los últimos tiempos, la eliminación de Roger Federer.
Pero volvamos al partido que para fortuna del planeta fútbol, dejó atrás el primer tiempo y dio comienzo al segundo. ¿Será que le metemos pólvora como en carnavales a ver si se pellizcan? Joder, que el mismo cuento de la bella durmiente en espera del príncipe azul, cansa. Se anuncia cambio en España y la tribuna se prepara para aplaudir a Cesc, pero no, Del Bosque estrena a Llorente. Los técnicos de las graderías protestan. Ahora sí nos lleva la que nos trae.
Trece minutos del segundo tiempo y como Condorito, ¡plop! explota la modorra. Ramos centra y Llorente engarza. Sí, la tira para otro lado, pero vamos, al menos sabe para qué son los guayos. A los demás les da como vergüenza, y se prende el bombillo. Llorente sigue en su cuento, como cualquier novato, rompiéndose el alma, y le funciona. Mientras entretiene a los dos centrales, Iniesta le hace un pase al borde del área a Xavi, que de taquito se lo pone a Villa, se interpone Eduardo, la pelota queda bailando y el que es caballero insiste. Villa la mete.
Un largo suspiro de alivio se escucha por toda la península. El cuarto gol de Villa en este campeonato es un boleto a los octavos, tan esquivos hasta este momento y ahora es cuestión de administrar el partido, poner el balón en cuarentena y esperar por un espacio libre para el remate de la corrida. Pero Portugal salió de remos débiles, bajo de casta, ligero, pusilánime, y no embiste. Pitos en la tribuna.
Ramos, Iniesta, Villa, con el capote tratan de rematar lo que ya está muerto, pero Eduardo los priva del entierro. El partido languidece de a poquitos, mientras Cristiano Ronaldo, desesperado, intenta hacer algo, pero nadie lo acompaña, así que solo, dispara a ver si la suerte lo acompaña. Las vuvuzelas callan para que se escuche fuerte el abucheo. Desprecian al ídolo y el ídolo los desprecia a ellos. Divorcio a la vista. Termina el partido y Portugal se va de esta Copa Mundo apenas con la gloria de haber goleado a uno de los equipos más débiles del mundo.
España sale aplaudida, abrazan a Llorente y de paso a Del Bosque, que leyó el partido y logró colocar la carta que hacía falta para completar la veintiuna. Viejo zorro. Hoy le funcionaron las cosas, ¿pero en el próximo? Siguen las dudas con España.
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Encuentro de octavos de final del Mundial de Sudáfrica 2010, disputado en el Green Point Stadium de Ciudad del Cabo, ante 62.955 espectadores.
España
Iker Casillas; Sergio Ramos, Puyol, Piqué, Capdevila; Busquets, Xabi Alonso (Marchena, m.93+), Xavi, Iniesta, Villa (Pedro, m.88); y Fernando Torres (Llorente, m.58).
Portugal
Eduardo; Ricardo Costa, Carvalho, Bruno Alves, Fabio Coentrao; Pepe (Pedro Mendes, m.72), Tiago, Raúl Meireles; Simao (Liedson, m.72), Cristiano Ronaldo y Hugo Almeida (Danny, m.58).
Goles: Villa (m.63)
Árbitro: Héctor Baldassi (ARG). Expulsó a Ricardo Costa en el minuto 89 por un codazo a Capdevila. Amonestó a Xabi Alonso (74) por España, y a Tiago (80) por Portugal.
viernes 2 de julio de 2010, 00:07 COT
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viernes 2 de julio de 2010, 10:42 COT
Y que tal la filosofía de Dunga de Europizar el fútbol Brasilero? Se parece a la traición de Francisquillo
viernes 2 de julio de 2010, 10:44 COT
Siguiendo con las analogías españolas. Esta partida de tute la ganó España por “las diez de mesa”. En el desarrollo del juego, La Furia hizo apenas un poco más que Portugal y eso le bastó para avanzar. Después del gol, manejó el resultado con tenencia de balón lo más lejos posible del arco de Casillas.