“No odio a los Estados Unidos”
Estancias > Hibakusha ProjectPor Mainichi Shimbun
domingo 11 de febrero de 2007 0:01 COT
(Publicado originalmente el 29 de enero de 2007)
Tsutomu Yamaguchi (Noriko Tokuno / © Mainichi Shimbun)
El paso de Tsutomu Yamaguchi no es tan firme como fuera alguna vez. Tiene 90 años de edad y acaba de salir del hospital. “Tengo que tomármelo con calma, sin presionarme”, dice, evidentemente tratando de convencerse él mismo. “Sólo tomaré las cosas un paso a la vez”.
Yamaguchi perdió repentinamente el conocimiento el 23 de noviembre mientras se bañaba en un sitio de rehabilitación en Nagasaki. Transportado de emergencia a uno hospital, le encontraron pólipos en el estómago y en los intestinos. Dado de alta el 18 de diciembre, decidió que no debía más vivir solo, y se mudó a casa de su hija mayor, de 58 años, en Nagasaki.
Anteriormente Yamaguchi había escrito tanka, o versos cortos japoneses, para dejar salir su enojo con la destrucción causada por las bombas atómicas. El año pasado decidió que había que exigir un enfoque más directo. Apareció en el documental Nijū Hibakusha (“Doble hibakusha”), and después, sacando un pasaporte por primera vez en su vida, viajó a los EUA, donde estaba exhibiéndose la cinta.
Fue una experiencia agotadora. Pero no había represión alguna para su impaciencia por “comunicar el mensaje”. A finales del año pasado empezó a recibir visitas de Yuki Nakayama, de 22 años, una estudiante de cuarto año de la Universidad de Nagasaki, quien se propone escribir sobre Yamaguchi en su tesis de grado. El 15 de enero Yamaguchi le dijo, gesticulando vigorosamente, “No odio a los Estados Unidos. Sólo quiero que la gente en todo el mundo entienda cuán inhumanas son las armas nucleares”.
Sesenta y un años después de que la bomba atómica forzara a Hiroshima y Nagasaki a compartir un destino, las dos ciudades están tan unidas de manera inextricable como de costumbre. En noviembre pasado Misako Katani, de 76 años y como Yamaguchi una doble hibakusha que sobrevivió ambos bombardeos, conoció a Yamaguchi. Éste y el padre difunto de Katani habían trabajado juntos en el astillero de las Industrias Pesadas Mitsubishi en Nagasaki. Quizás, pensó ella, ¿los dos pudieron haberse conocido?
Aparentemente no, y Katani se fue sin saber nada definitivo. No obstante, es impaciente por intentar de nuevo. “Tal vez si le muestro una fotografía él recuerde”, dice.
Yamaguchi tiene tres veces mi edad. ¿Cómo, me pregunto, un hombre cara a cara con la incertidumbre de la muerte, puede impulsar su determinación de pronunciarse contra los horrores de la guerra nuclear?
“No hay nada que contar cuando me muera”, dice. “Cuando todos los hibakusha nos hayamos ido, no habrá nadie capaz de contar desde su experiencia personal el daño que causan las bombas atómicas. Mientras esté vivo quiero ayudar a preparar la generación más joven para mantener vivo el mensaje”.
Su cuerpo acaso sea frágil, pero la apabullante fuerza de su convicción no es algo que se pueda debilitar.
Por Jun’ichirō Nagasawa, Mainichi Shimbun. Traducido del inglés por Julián Ortega Martínez.
© 2007 THE MAINICHI NEWSPAPERS. All rights reserved. Reproduced under permission (Todos los derechos reservados. Reproducido con autorización).
MAINICHI DAILY NEWS http://mdn.mainichi-msn.co.jp/
martes 13 de mayo de 2008, 04:48 COT
[…] Invierno 2007: “No odio a los Estados Unidos” […]
mircoles 6 de enero de 2010, 17:33 COT
[…] No odio a los EEUU […]