El fenómeno Mockus

Aparte de si se está de acuerdo o no con el proyecto Mockus, la publicidad de su campaña es creativa, original y desbordante de ideas. No es el producto de especialistas consagrados, buscados con lupa para enderezar campañas. Responde al anhelo de muchas personas que, aparte del fervor personal, ponen lo mejor de sí para plasmar en una imagen, un lema, un juego de palabras, la esperanza de un pueblo cercado por los corruptos que tiene derecho a buscar nuevos caminos.

Mockus, pues, también se convierte en un fenómeno de publicidad política, como lo fue en su momento Luis Carlos Galán, con la diferencia de que en aquella época fue una sola imagen convertida en ícono la que, espontáneamente, fue colocada en miles de ventanas para demostrar su rechazo a la politiquería. Esta vez, son muchas, quizás respondiendo al lema de la campaña Verde: “la unión hace la fuerza".

Acá una pequeña muestra de ese desborde de creatividad que airea a Colombia, como también lo hacen las ideas del equipo Verde que pretende sacar a este país de la cueva de corrupción y autoritarismo en que nos sumió la era Uribe, por fortuna dando sus últimos coletazos.

Viendo este afiche, es inevitable la referencia a Antonio Machado, cuyos versos popularizó Serrat hace mucho: “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Y vaya que necesitamos construir nuevos caminos de concordia, abandonando la Esparta de Uribe por la Atenas de Mockus. Firmeza, sí, con los enemigos del país, pero con opciones de construcción de sociedad, apostándole a la competitividad, mejorando la educación, defendiendo la tolerancia, derrotando la corrupción, y como el propio Mockus lo ha referido, fortaleciendo las instituciones acabando con el clientelismo, la coima, la rapiña, la zancadilla, el raponazo, los contratos leoninos, las mordidas, modo de gobernar llevado a su máximo esplendor por la administración que termina.

Creo que refleja el sentimiento actual de muchos colombianos. La guerra es un paso en la evolución, pero hay que pasar al estadio siguiente. Hace un par de años hablaba en una reunión del fin de la era de los presidentes guerreristas y la llegada de los estadistas, con un período de transición. Es claro que Mockus abre el camino hacia un nuevo país y que si consigue llegar a la presidencia, los Verdes van a permanecer en el poder por mucho tiempo, más allá de los primeros cuatro años, y se convierten en presidenciables sus tres compañeros. Por lo pronto, es posible que Mockus en la presidencia de Colombia y Peñalosa en la alcaldía de Bogotá jalen el nuevo país. ¿Habrá mucho Verde para rato? Es posible, porque está por terminar la era de los dinosaurios.  Bienvenidos los mamíferos.

Más diciente no puede ser, hay que enderezar esto. Y tenemos la fortuna, a diferencia de los vecinos, de que ante la corrupción reinante la alternativa son personas transparentes que, desde diferentes puntos de vista, fueron capaces de unirse en torno a un proyecto común, construir país a partir de la transparencia, la inclusión y la inteligencia, teniendo como base el respeto a la ley.

La camisa negra del autoritarismo por la Verde de la democracia, el respeto al otro y la ley. Vaya que lo necesitamos.

Y vaya maquinaria la que se está formando con esta Ola Verde. Cada quien repensando el país, no a la manera de los corruptos que se creyeron el cuento de que esta es su finca particular, donde el mayor mérito es montarse en un caballo y no derramar un tinto. Una nación es la suma de muchos y no la pesadilla mesiánica de uno solo. La inteligencia sobre la fuerza bruta es la nueva maquinaria para nuestra nueva Colombia.

El 30 de mayo, el fervor hay que transformarlo en votos. Hay que tener el ojo puesto en Mockus pero no por él mismo sino por lo que representa, para que la nueva Colombia no sea el sueño delirante de un mesías maniático, seguido de una recua de mulas, sino de muchos que creen que con el esfuerzo conjunto es posible sacar a Colombia del atolladero. Tarea ardua que llevará más años de los que quisiéramos, pero por la cual, si empezamos ya, las nuevas generaciones tendrán una esperanza, y eso es mucho decir, en un país que hace mucho tiempo le apostó a la muerte.

Muy diciente. Necesitamos la vida, el lenguaje de la vida, las opciones de la vida, las esperanzas que sólo la vida nos puede dar. No queremos un país de sinvergüenzas, sino un país que le apuesta a la vida sin vergüenza.

Definitivamente las matemáticas de la vida, porque la unión de los dos, de los cuatro, de los cientos, de los miles, se traducirán en millones el 30 de mayo, porque con los Verdes, que somos todos los colombianos, comenzaremos la construcción de la Colombia que queremos.

Etiquetas: Antanas Mockus, centristas, creatividad, Elecciones 2010, elecciones presidenciales de Colombia de 2010, Juanes, Partido Verde, política, política colombiana, propaganda política, publicidad, publicidad política, Sergio Fajardo

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