Tiempo de cambiar (4), o el terremoto en cámara lenta

1.

Los reportajes recientes de Mauricio Vicent, corresponsal de El País en Cuba, parecen ser la descripción de un terremoto en cámara lenta. En Cuba admite que la crisis le ahoga, Vicent retrata la batalla del gobierno Castro II por evitar la quiebra financiera ante la crisis de liquidez actual. También habla de la dificultad de Raúl Castro para entrar en diálogo directo con Obama para solucionar el diferendo con EUA. En otro reportaje, Cuba hace agua, destaca el problema de falta de mantenimiento a la infraestructura de la isla, en concreto, al sistema hidráulico del país y el quiebre de la ética trabajadora en general. Los retratos de Vicent dicen que la debacle es inminente, pero como va en cámara lenta y no con la aterradora rapidez del terremoto haitiano, la comunidad internacional parece indiferente a la situación cubana.

Cuando 2010 con la llegada de España a la presidencia de la UE parecía convertirse en el año de cambio para las relaciones de Cuba con el mundo, el gobierno de Castro empezó el año con la expulsión del eurodiputado socialista Luis Yáñez, a la que este mismo calificó como una torpeza. Zapatero no tuvo más opción que matizar las palabras de Moratinos en su visita a La Habana y afirmar que Cuba no será una prioridad en la agenda de la presidencia española de la UE. Al contrario, enfatizó la necesidad de ser estrictos con el gobierno cubano, especialmente en materia de derechos humanos.

¿Otra oportunidad de oro perdida?

2.

El gobierno cubano mantiene su posición inflexible: es autónomo, tiene derecho de protegerse de la injerencia exterior en su país y el fin del embargo no puede darse más que con el diálogo respetuoso y entre iguales entre Castro y su homólogo estadounidense. En este contexto, cualquier disidencia con la posición oficial se califica de inmediato de oposición imperialista. Un ejemplo lamentable es el cubrimiento que CubaDebate le está dando a Yoani Sánchez. Como ya se mencionó en otra entrada, Yoani no hace más que pedirle rendición de cuentas al gobierno cubano, pero para este, con su hipersensibildad a la crítica, Yoani no es más que una mercenaria pagada por el enemigo.

En general, CubaDebate es un buen medio para seguir la cotidianidad de Cuba (versión oficial, por supuesto, mas no por ello irreal) pero el tratamiento que le dan a Yoani no hace más que reflejar la posición oficial castrista hacia las voces disidentes. Estos párrafos son ilustrativos al respecto:

Yoani Sánchez tiene perfectamente el derecho de expresarse libremente y emitir críticas virulentas hacia las autoridades de La Habana -no se priva de hacerlo- sobre las dificultades diarias reales en Cuba. No puede ni debe ser criticada por ello. En cambio, comete una grave impostura intelectual cuando se presenta como una simple bloguera y afirma que su único objetivo es ejercer honestamente su deber de ciudadana.

Su ensañamiento meticuloso para oscurecer sistemáticamente la realidad, evocar sólo los aspectos negativos, descontextualizar las problemáticas, ignorar metódicamente el entorno geopolítico en que se encuentra Cuba, particularmente en su relación con Estados Unidos y la imposición implacable de sanciones económicas que condicionan la vida de todos los cubanos, recurrir a mentiras como fue fácilmente verificable en el caso de la supuesta “agresión”, tienden a descalificarla. Su papel es ante todo cortejar a cierta audiencia resueltamente opuesta al proceso revolucionario cubano y no representar fielmente la realidad cubana en su complejidad.

Tomado de Cuba y la "ciberdisidencia".

Cualquier colombiano puede reconocer esta crítica con la campaña Colombia es pasión: si va a mencionar las cosas malas del país, no se olvide de mencionar todas las buenas también (y viceversa). El mensaje para Yoani es el mismo: critique, pero alabe a la vez. Esta es una limitante que no es compatible con la libertad de expresión: es una de las principales críticas que se le hace al gobierno cubano respecto a los derechos humanos y los artículos de CubaDebate demuestran la dificultad para comprenderla y mucho menos aceptarla. CubaDebate tampoco explica por qué se le ha negado cuatro veces la visa para ir a recoger sus premios a Yoani. Con esta inflexibilidad es muy difícil que Zapatero u Obama puedan dar los pasos necesarios para el diálogo entre pares.

3.

Para rematar el panorama, a partir del atentado fallido de Detroit por el joven terrorista nigeriano, EUA decidió incluir a Cuba en la lista de 14 países de los cuales hay que extracontrolar los vuelos procedentes de ellos. Todo un exabrupto, como bien lo resaltó Eugene Robinson en The Washington Post. La respuesta del ministerio de Relaciones Exteriores cubano deja al desnudo de nuevo la posición esquizofrénica estadounidense respecto a Cuba: asociarla con el terrorismo internacional es otra jugada de quienes no quieren poner fin al embargo y buscan dañar cualquier esfuerzo por terminarlo. Steve Clemons, de New America Foundation, en un tono más optimista solicita remover a Cuba de tal listado y, al contrario, reconocer su ayuda humanitaria a Haití precisamente como la evidencia de lo lejana que está la isla de ese tipo de prácticas.

¿Será necesario que lleguemos a la imagen de los edificios cubanos cayéndose por falta de mantenimiento, la materialización del terremoto en cámara lenta que causa el embargo, para que el mundo finalmente decida volverse solidario con Cuba? No habríamos aprendido nada de la desgracia de Haití entonces.

Etiquetas: Cuba, EUA, Eugene Robinson, Haití, Mauricio Vicent, Raúl Castro, Terremoto, Tiempo de cambiar, Yoani Sánchez

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