El Capitán América… a fondo (3a. parte)
Columnas > Cómic en serioPor Doctor Comic
mircoles 21 de diciembre de 2011 17:07 COT
Hago una anotación previa: no voy a hablar este mes ni de navidad ni de año nuevo pues, como dije el año pasado, esos temas me tienen sin cuidado y solo me recuerdan malos ratos, de ahí que siga machacando con el Capi…
Los ochenta
Si algo marcó al Capi fueron los ochenta, en esta década su historia sufrió una serie de revolcones narrativos y adaptativos que son aún base para los argumentos actuales de la serie. El primero de ellos fue de hábitat: Steve Rogers decide alejarse de los Vengadores y buscarse un apartamento en condominio para reconstruir su vida, vuelve a sacar a flote sus dotes de dibujante y se lanza al diseño publicitario como independiente, llega incluso a conseguir trabajo en la ¡Marvel! ¡Como dibujante de base de su propio título, el Capitán América! A pesar de este borgiano proceso de realidades superpuestas no dejaba de oler un poco a “Peter Parker”, pero en fin, creó un nuevo espacio para el Steve Rogers civil que fue aprovechado durante unos buenos cinco años.
En este lapso de tiempo las peleas dejan de ser contra villanos gruesos y se vuelven más de barriada, de pandillas, de denuncia social; es más, su novia es una chica de ascendencia judía, y sus mejores amigos son un afroamericano y un homosexual. En resumen, un Capi bien democrático e inclusivo.
De la calidad de los villanos, bueno, es otro cantar, pues todos eran tan remendados y de segundo cartel que la historia del Capi se iba volviendo demasiado cotidiana para el gusto del lector. Fue entonces necesario meter un villano que vendría a poner al Capi en una buena encrucijada, un personaje con el traje casi copiado al del Space Ghost llamado “Sin Banderas”. Un tipo cuyo nombre no es la gran maravilla pero que obligaría a Steve Rogers a tener que matar para salvar vidas inocentes.
Este punto negro en la impecable hoja de vida del Capitán comenzó a atormentarlo continuamente, y para remate aparece un comité del gobierno empeñado en forzar al Capitán a seguir órdenes gubernamentales debido a que su traje, escudo y el mismo nombre le pertenecían por ley al gobierno. Con otro tipo superfuerte (el Super patriota) empeñado en desacreditarlo, Steve no aguanta más y literalmente manda todo al carajo: traje, escudo, identidad y hasta novia.
Capítulo aparte merece la aparición por estas épocas de un grupo villanesco bastante interesante que en su primer momento ostentaba el curioso nombre de “Escuadrón asesino víbora mortal”, del cual hacía parte entre otras una tipa apodada “Black Mamba”. Para rematar, otro villano nuevo en la saga del capi era latino, de pelo largo negro llamado “Machete”… Ahora bien, solo es por especular pero creo que Quentin Tarantino y Robert Rodríguez eran adolescentes en esa época, ¿alguna influencia tuvo la saga del Capi en ellos? Queda de tarea para futuros biógrafos.
Pero volviendo a las crisis de Steve Rogers, ahora sin traje y con el “superpatriota” reemplazándolo en el rol de Capitán América, se podía esperar que se diluyera en el recuerdo… claro que nadie contaba con que su reemplazo de nombre John Walker lo hizo tan mal y derramó tanta sangre, al punto de que tuvieran que sacarlo de la vida pública, cambiarle el nombre a Jack Daniels y relanzarlo como el US Agent (¿Johnny Walker? ¿Jack Daniels? ¿Por qué de pronto se me antoja un trago?).
En fin, el mismo comité que había puesto al Capi contra las cuerdas tuvo que arrodillársele para que volviera, ya que uno de los políticos del grupo resulta ser un esbirro de Red Skull (políticos puercos como siempre). Steve vuelve una vez más con su escudo original y su traje para adaptarse una vez más al mundo de los entrantes años noventa, con la aparición de un renovado Red Skull que se ha refaccionado y convertido en un villano para la época; es decir, un empresario.
Pero antes de concluir este repasón del Capi en los ochenta vale recordar que fue en 1989 que se estrenó la primera película oficial, que como señalé hace tiempo se fue al video casi de inmediato debido a su pobre factura. Pese a que el guión era bueno hasta más o menos la mitad de la cinta se notaba la falta de billete y la carencia de recursos técnicos. Con todo y esto, la nueva versión cinematográfica contiene uno que otro homenaje a este primer intento fílmico; es más, la música es la misma que en la primera y muchas de las escenas en el laboratorio son casi superpuestas y mejoradas de la original. Mejor dicho, algunas buenas bases dejó.
jueves 22 de diciembre de 2011, 23:02 COT
Polìticos de asco metids tambèn en esto y bueno que no hable de Diciembre pero sin quere lo hizo usted Doctor Comic.
La pregunta esta buena pero no la se resolver, le tocara a usted hacerla para saber si hubo o no influencia del capi en Tarantino y Robert.
Yo tampoco sin querer hablar de celebraciones de fin de año le digo Feliz 2012 Doctor Comic
viernes 23 de diciembre de 2011, 12:23 COT
Gracias Pao, yo pensé que nadie estaba leyendo esta vaina…un besote y feliz navidad para ti también