La marcha, bien, pero ¿la ética periodística?
Especial Marcha 4 de febrero > Opinión Por: Álvaro Ramírez Ospina9 de Febrero de 2008
Termina una semana muy agitada y la gran emoción provino del gesto protagonizado por millones de colombianos en el país y en la diáspora.
El lunes 4 de febrero pudimos expresar pública y abiertamente la indignación que nos produce la ola de violencia con que los grupos armados tratan de ahogar al país, especialmente las FARC.
El vasto cubrimiento que desde equinoXio pudimos hacer con ayuda de ciudadanos periodistas, los blogueros y muchos familiares y amigos fue impresionante y nos ha dejado muchas lecciones y satisfacciones.
El grito unánime contra la violencia y las FARC generó amplios y profundos debates políticos, sociales e incluso éticos. Una parte de la oposición dudó y tuvo problemas para salir a marchar a pesar de la claridad con que Héctor Abad Faciolince y otros cronistas y bloggers formulaban la importancia de salir unidos a la calle.
Pero unidad no quiere decir unanimismo y un pecado grande de parte de los organizadores de la marcha en algunas ciudades del mundo, especialmente en París, es el haber tratado de sofocar y callar a compatriotas que además de gritar contra las FARC denunciaban la violencia paramilitar. Incluso los injuriaron y difamaron en público.
El debate ético se da ahora en la blogosfera, por la forma como los Grandes Medios cubrieron la movilización. Y el cuestionamiento más serio está dirigido contra un medio de comunicación masivo en Colombia que envió a la “periodista” Carol Guerrero a cubrir de manera sesgada la movilización en París y que ante el cuestionamiento de algunos manifestantes contribuyó a que sus colegas de La W Radio en Bogotá difundieran la versión de que había sido agredida por Álvaro Luna y Olga Lucía González, autora de Sociología para Novatos (uno de los blogs señeros de la esfera pública colombiana).
Hay videos y grabaciones en la Red que no revelan ninguna “evidencia” de agresión. El señor Luna, le pidió a Carol Guerrero que le hiciera una entrevista. No es un acto común y denota una posición crítica de parte de Luna. Pero tal acto no se puede calificar de agresión física o verbal. Carol estaba facultada para negarse a entrevistarlo y así lo hizo.
Muy cuestionable la actitud de los periodistas de La W que cerraron filas alrededor de su colega y no le dieron micrófono a Olga Lucía González para poder explicar su versión de los hechos.
Ahora se anuncia una nueva marcha POR LOS DESAPARECIDOS, POR LOS DESPLAZADOS, POR LOS MASACRADOS, POR LOS EJECUTADOS para el 6 de marzo. Allí estaré pero no creo que vaya a ser tan multitudinaria como la que acaba de pasar. Se necesita sin embargo algo así para que el país tenga la posibilidad de restañar heridas y expresar todo el horror y la indignación que le producen las atrocidades cometidas por todos los grupos armados que desangran la nación.