Guardia indígena del Cauca (Foto: Periódico El Turbión vía Indymedia Colombia)
Dos puntos han centrado las manifestaciones indígenas que se llevan a cabo en Colombia por estos días. El primero es la exigencia de mayor protección por parte del Estado colombiano frente a los indígenas asesinados por los actores armados del conflicto interno. El segundo punto tiene que ver con la constante y casi eterna lucha por la tierra. Más allá de cuestionamientos antropológicos y culturales, relacionados a cómo se comportan los indígenas y la sociedad occidental hacia ellos, la verdad sea dicha, hoy más que nunca los intereses y reivindicaciones de las comunidades indígenas en Colombia no valen ni un peso. En estos momentos vale la pena cuestionarse sobre el real papel de la lucha indígena en el discurso ambientalista no solo colombiano, sino global. La cacareada cifra del 27% de propiedad de las tierras del país que les atribuye el Gobierno nacional a los ahora “indígenas latifundistas” no es más que un sofisma, no tanto por la cifra, que puede ser real, sino por el manejo que se le da a la misma.