La “creatividad” de Néstor Pongutá
accesibilidad web > EstanciasPor Julián Ortega Martínez
martes 10 de abril de 2007 21:27 COT
Así nunca lo admitan, todos sabemos que los grandes medios, en algún momento, manipulan de alguna forma la información. Sin embargo, un caso reciente sobresale por lo patético. Se trata de un artículo escrito por Néstor Pongutá Puerto, jefe de prensa y comunicaciones de la embajada de Colombia en Roma, quien hace poco recogió en El Tiempo otro artículo, escrito en la revista italiana L'Espresso, titulado Miracolo Bogotà ("El milagro de Bogotá"), en el que su autor, Antonio Carlucci, destaca con una honestidad y con un sobrecogimiento que rayan en la ingenuidad las transformaciones que, durante las últimas cuatro administraciones (las dos de Antanas Mockus, la de Enrique Peñalosa y la de Luis Eduardo Lucho Garzón), han hecho de la capital colombiana una ciudad mucho mejor que hace doce o quince años.
Hasta ahí, todo normal. Este tipo de "buena prensa" es recogido ampliamente por los medios colombianos, así que la reseña del señor Pongutá no tendría nada del otro mundo si un bloguero italiano residente en nuestro país no hubiera sido lo bastante suspicaz como para haberse dado cuenta de que pasaba algo raro tras comparar el contenido del artículo de Carlucci y las citas en el de Pongutá. Pensando que algo no andaba bien, pidió la colaboración de sus compatriotas lectores, esperando que alguno consiguiera la revista impresa, le escaneara el artículo de marras y se lo enviara, pues siempre cabe la posibilidad de que la versión online sea algo diferente a la que aparece en la publicación. Alguien respondió el llamado.
Como lo esperaba (y a lo mejor temía) Doppiafila, Pongutá atribuyó a Carlucci cosas que éste jamás escribió. Dice Pongutá:
El reportaje de 8 páginas destaca que las últimas administraciones han sido las forjadoras de esta nueva ciudad. "Un alcalde que se vestía de supermán y trabajaba con mimos llamado Antanas Mockus, después otro que recorría la ciudad en bicicleta llamado Enrique Peñalosa y el actual alcalde, el hijo de una ex empleada del servicio, Luis Eduardo Garzón, han hecho lo que nadie se imaginaba: lograr que Bogotá fuera una atracción turística".
Carlucci NUNCA escribió lo que este señor puso entre comillas. Sí dijo lo de supermán (textualmente: "el alcalde se presentó en las calles con el disfraz rojo y azul de Supermán. Espectacular, cierto, pero funcionó"), pero jamás escribió que Peñalosa recorriera la ciudad en bicicleta, aunque sí mencionó lo de las ciclorrutas. Y JAMÁS habló de la mamá de Lucho. El tipo tampoco dijo que Bogotá se hubiera convertido en atracción turística, al menos no en el artículo de L'Espresso, ni escribió, como en otro aparte de la reseña de Pongutá se cita, que Transmilenio estuviera siendo copiado en otras ciudades del mundo. Todos son inventos del señor Pongutá.
¿Qué necesidad había de manipular un artículo de por sí elogioso con Bogotá? ¿Será que Pongutá desconoce el significado de las comillas en la lengua castellana, como se pregunta O-Lu en Sociología para novatos? ¿Acaso Pongutá creyó que se saldría con la suya aprovechando la ocasión para poner en boca de otra persona su propia opinión sobre la capital de la república, como piensa Doppiafila? ¿Nos creen él y los redactores de El Tiempo tan estúpidos que ni siquiera somos capaces de medio entender la lengua italiana, en caso de que nos diera por buscar el artículo de marras en internet? ¿Habrán hecho lo mismo cuando este mismo sujeto reseñó un artículo de la Vanity Fair italiana en el que califican a Bogotá de "paraíso escondido", cuando dicha publicación no suele reproducir sus escritos en la red? ¿Dónde queda la responsabilidad social de los medios? ¿Formará parte esto de la cacareada campaña "made in USA" Colombia es pasión?
Qué bueno que Doppiafila haya sido suspicaz. Qué bueno que O-lu detecte y nos cuente el tratamiento, las fallas y las manipulaciones que, cada vez con mayor frecuencia, cometen y perpetran los medios masivos colombianos a la hora de informar (¿o desinformar?) a este pueblo. Qué bueno que uno de nuestros colaboradores comparta esta denuncia en inglés, para que en el mundo se den cuenta de lo que pasa con estos medios. Imagínense, si son capaces de manipular un artículo a favor de Colombia escrito por un medio europeo, ¿cuántas barbaridades habrán cometido con hechos y situaciones más delicadas, más graves, mucho más importantes y trascendentales?
Ya tenemos suficiente con las mentiras de los politiqueros colombianos. ¿Ahora se burlan de nosotros? Dios mío, ojalá vendan El Tiempo rapidito, ojalá a una organización periodística un poquito más seria y con menos interés en llegar al Palacio de Nariño, a diferencia de la familia Santos. Más bajo ya no pueden caer… ¿o sí?
martes 10 de abril de 2007, 22:29 COT
Jua, jua, jua. Aparte de que a Bogotá le va bien, tienen que salir a criticar todo los que no les gusta.
Pobre Bogotá, pobre Colombia. El único móvil para investigar si lo que decía Pongutá era cierto, era el dato de la mamá de Lucho Garzón. Jua, jua, jua, jua, Pongutá plasma humor con realidad y le duele a la gente del PDA. Jua, jua.
Nadie dijo nada de la propagan a de El Tiempo y Semana a las cifras de la reducción de la pobreza en Bogotá, todos callaron, nadie dijo nada de la farsa de Lucho y el PDA y ahora que le mencionan la mamá salen reclamando objetividad. Jua, jua, jua.
Carlos, el Liberal colombiano, fue uno de los pocos que escribió de las falacias de El Tiempo, pero nadie se indigno ni dijo nada.
Raquel Bernal Profesora de Economía en Northwestern University y la Universidad de los Andes, también escribió en el Espectador sobre las falacias de los polofarquistas y nadie dijo nada.
Jua, jua, jua, no paro de reírme, jua, jua, buscando imparcialidad, cuando ni siquiera ellos mismos son imparciales.
Jua, jua, jua, bonito tema.
mircoles 11 de abril de 2007, 02:43 COT
Hola Julian,
Muy buena nota, hay que seguir estos casos, esperemos que el sr Ponguta y El Tiempo respondan algo (o la “Defensora del lector”: tu crees que ella lee blogs?).
Aprovecho y te pregunto: en equinoXio han pensado en tener un sistema de filtro de comentarios o dejan que cualquier fulano se aparezca diciendo bobadas o sandeces? Es una inquietud sincera. He notado que en blogs muy visitados, como este, rapidamente los comentarios topan con el cretinismo (por lo general, bajo cubierta del anonimato). Me pregunto si los equinoXios, asi como tienen una politica editorial de publicacion de entradas, tienen una politica editorial referida a los comentarios. Han pensado en estos asuntos o les es indiferente?
**Claro, también es posible que los estan dejando para ilustrar sobre el nivel de deliberacion de las personas con mayor instruccion en Colombia.
mircoles 11 de abril de 2007, 06:46 COT
Realmente increíble.. ¿o no?. Agravado por el hecho de que sea el único periódico de circulación nacional..
mircoles 11 de abril de 2007, 12:23 COT
Hola Julián: buena nota y escandalosa la acción de Pongutá. Excelente la suspicacia de Doppiafila, aplaudible.
Creo que con este caso, El Tiempo debe mirar con lupa que sus corresponsales en el exterior sean, también, funcionarios del Estado.
mircoles 11 de abril de 2007, 14:58 COT
Julián, muy buena entrada. Este tipo de situaciones siempre se han presentado, especialmente en nuestro medio donde se encuentra tanto funcionario-político-periodista.
La gran diferencia es que ahora vivimos en un mundo globalizado. Los lectores y consumidores de productores editoriales comemos mucho menos cuento hoy que hace quince años. Lo que ocurre al otro lado del mundo podemos verlo de forma prácticamente inmediata desde la pantalla de nuestros computadores, o por cable, etcétera.
Tal vez quienes más fácilmente caen en esas falacias son quienes no son plenamente conscientes de esta realidad.
viernes 13 de abril de 2007, 22:01 COT
Hola Julián,
me alegro que hayas retomado el caso, junto con o-Lu: mi blog es en italiano y no muy visitado, y creo que el tema merece más difusión.
Me parece interesante la faceta que menciona Victor: se puede ser – al mismo tiempo – funcionario governativo y periodista? La respuesta es sì – oviamente – pero no sería correcto explicitar esta doble condición? O simplemente de trata de un individuo cuyas prácticas son incompatibles con el ejercicio del periodismo tout court?
Saludos, Doppiafila
domingo 15 de abril de 2007, 00:46 COT
Hola Julian:
Loable la óptica y alerta de Doppiafila y la observación de O-Lu con esta bochornosa alteración. Hay que estar expectantes y ser objetivamente analíticos. Te felicito Julian porque lo das a conocer a través de nuestra revista. La controversia que crea Victor Solano y Dioppiafila es un punto a cuestionar, hasta donde yo tengo entendido, NO (Gobernativo y periodista al mismo tiempo).
¡Un abrazo equinoXial!
lunes 16 de abril de 2007, 20:44 COT
[…] trajo el beneficio de la verdad. Este destacado caso ya había sido reseñado por Julián Ortega en equinoXio, quien me había advertido en uno de los comentarios sobre este hallazgo, que una semana después […]
lunes 30 de abril de 2007, 18:44 COT
[…] Darío Arizmendi. Recientemente, gracias a la voz de alerta de Doppiafilia, varios (entre ellos Julián) hemos develado el caso Pongutá (caso en el que, por cierto, aun esperamos un pronunciamiento de […]
lunes 21 de mayo de 2007, 12:05 COT
[…] 14th, 2007 Como si no fuese suficiente las cada vez más frecuentes salidas en falso del diario de todos los Santos, ahora salen con esta perla. Por favor, qué tipo de periodistas […]